¿Cuándo usar margarina o mantequilla?

¿Mantequilla o Margarina? La Verdad Nutricional

30/11/2023

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Cuando se trata de elegir un producto para untar o cocinar, la mantequilla y la margarina son las opciones más comunes en muchos hogares. Durante décadas, la conversación sobre cuál es la mejor ha sido constante, a menudo envuelta en consejos de salud que han cambiado con el tiempo. Lo que antes se consideraba la opción más saludable, hoy puede ser cuestionado, y viceversa. Entender las diferencias entre estos dos productos va más allá del sabor o la textura; implica sumergirse en su composición, su proceso de elaboración y cómo los distintos tipos de grasas que contienen afectan a nuestro organismo.

Índice de Contenido

Un Debate Histórico y Nutricional

La mantequilla tiene una larga historia en nuestra alimentación. Ha sido un producto básico durante siglos, un acompañamiento natural de la cocina tradicional. Su elaboración es relativamente sencilla y se basa en la separación de la grasa de la leche.

¿Qué es mejor para repostería, manteca o margarina?
Mito: La mantequilla es siempre la mejor opción en repostería. Realidad: Depende del producto final deseado. La mantequilla aporta un sabor y textura inigualables a ciertos productos de repostería, pero la margarina puede ser útil en recetas donde se necesita una textura diferente.

Por otro lado, la margarina es una adición mucho más reciente a nuestras mesas. Apareció a principios del siglo XX como una alternativa más económica y, posteriormente, fue promovida como una opción más saludable. A mediados del siglo XX, se popularizó la idea de que todas las grasas eran perjudiciales para la salud, y la atención se centró especialmente en las grasas saturadas, predominantes en la mantequilla.

En esa época, el consenso científico sugería reemplazar las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas, que son las que se encuentran en la margarina. Esta recomendación llevó a un descenso en el consumo de mantequilla y un aumento en el de margarina en muchas partes del mundo. Sin embargo, las corrientes nutricionales están en constante evolución. Hoy en día, vemos un resurgimiento del interés por la mantequilla en algunos lugares, como Australia, donde su consumo ha aumentado en los últimos años.

Esta confusión persistente entre los consumidores subraya la necesidad de analizar en detalle qué son realmente la mantequilla y la margarina, cómo se elaboran y cuál es su impacto real en nuestra salud.

¿Cómo se Hacen? Una Mirada a la Preparación

El proceso de elaboración de la mantequilla comienza calentando la leche para luego batirla y separar la crema. Esta crema se enfría, se bate nuevamente para separar el suero de mantequilla (el líquido restante) del sólido graso, que es la mantequilla. Ocasionalmente, se le añade sal para mejorar su sabor y conservación.

La margarina, en cambio, se produce batiendo aceites vegetales líquidos con agua para obtener una textura sólida. Para lograr esta solidez, históricamente se utilizaba un proceso llamado hidrogenación, que convertía los aceites líquidos en grasas sólidas y más untables. A este proceso se le añaden otros ingredientes como emulsionantes, colorantes y, a veces, vitaminas.

El Corazón del Debate: El Contenido Graso

La principal diferencia nutricional entre la mantequilla y la margarina reside en el tipo de grasas que contienen. La mantequilla es rica en grasas saturadas, mientras que la margarina, al derivar de aceites vegetales, es generalmente más alta en grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas.

Durante mucho tiempo, las grasas saturadas fueron consideradas las "villanas" dietéticas, directamente relacionadas con el aumento del colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas. Esta percepción impulsó la recomendación de limitar su consumo a no más del 10% de la energía total de nuestra dieta.

Sin embargo, la investigación más reciente ha matizado esta visión. Ahora entendemos que no todas las grasas saturadas son iguales. Su impacto en la salud puede depender de la longitud de sus cadenas de ácidos grasos y, crucialmente, de la fuente alimentaria de la que provienen.

Estudios recientes sugieren que las grasas saturadas procedentes de la carne y la mantequilla podrían estar relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas en comparación con las grasas saturadas presentes en el pescado o en productos lácteos fermentados como el yogur. Esto refuerza la idea de que los alimentos son más que la simple suma de sus nutrientes; su matriz compleja, que incluye vitaminas, minerales, fibra y otros compuestos, juega un papel importante.

La Sombra de las Grasas Trans

Aquí es donde la historia de la margarina se complica. El proceso de hidrogenación utilizado históricamente para solidificar los aceites creaba un tipo de grasa insaturada conocida como grasas trans (o hidrogenadas). Rápidamente, los investigadores descubrieron que estas grasas trans artificiales tenían efectos extremadamente perjudiciales para la salud.

Una dieta alta en grasas trans aumenta el colesterol LDL (el "malo") y reduce el colesterol HDL (el "bueno"), lo que incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas. De hecho, se ha demostrado que las grasas trans presentes en algunas margarinas históricas tenían un efecto aún más negativo sobre el colesterol que las grasas saturadas de la mantequilla.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las grasas trans pueden causar hasta 540.000 muertes al año en el mundo. Debido a esta evidencia contundente, muchos países han implementado regulaciones para limitar o prohibir el uso de grasas trans artificiales en los alimentos, incluida la margarina. Esto significa que las margarinas actuales suelen tener un contenido mucho menor o nulo de estas grasas dañinas en comparación con las de décadas pasadas.

Procesamiento: ¿Ultraprocesado vs. Procesado?

Otra distinción importante entre la mantequilla y la margarina, según algunos sistemas de clasificación de alimentos, radica en su nivel de procesamiento. La mantequilla se considera típicamente un "ingrediente culinario procesado", lo que implica que ha pasado por un proceso simple de separación y solidificación de un componente natural.

La margarina, por otro lado, a menudo se clasifica como un alimento ultraprocesado. Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por estar elaborados a partir de formulaciones de ingredientes (muchos de ellos de uso exclusivamente industrial) que resultan de una serie de procesos industriales. Estos alimentos suelen contener aditivos como colorantes, saborizantes, emulsionantes y edulcorantes.

Numerosos estudios han asociado el consumo elevado de alimentos ultraprocesados con diversos efectos negativos para la salud, incluyendo un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Sin embargo, es importante señalar que la investigación sobre el impacto específico de la margarina, dentro del grupo de los ultraprocesados, en comparación directa con la mantequilla, aún es limitada y necesita ser más detallada.

Algunos estudios han agrupado la mantequilla y la margarina bajo la categoría general de "productos para untar", encontrando una asociación con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Pero, como señalan los expertos, es crucial desglosar estos grupos y comparar específicamente los subgrupos de alimentos ultraprocesados (como algunas margarinas) con sus alternativas menos procesadas (como la mantequilla o el aceite de oliva) para comprender mejor sus efectos.

Mantequilla vs. Margarina: Un Vistazo Comparativo

Para ayudar a clarificar las diferencias, aquí presentamos una tabla comparativa basada en la información disponible:

CaracterísticaMantequillaMargarina
Origen PrincipalGrasa de lecheAceites vegetales
Tipo de Grasa PredominanteGrasas saturadasGrasas poliinsaturadas y monoinsaturadas
Grasas Trans (Artificiales)Generalmente ausentesHistóricamente presentes, actualmente muy reducidas o ausentes en muchos países
Nivel de ProcesamientoIngrediente culinario procesadoA menudo clasificada como alimento ultraprocesado
Efecto sobre el Colesterol (general)Puede aumentar colesterol LDL (debido a grasas saturadas)Puede reducir colesterol LDL (si es rica en poliinsaturadas y sin grasas trans)
Relación con Enfermedades CardíacasAsociada a mayor riesgo si la fuente de grasa saturada es la mantequilla/carneLas grasas trans son un factor de riesgo importante; el impacto de las margarinas modernas (sin trans) es menos claro y depende del procesamiento

¿Cuál Elegir? La Perspectiva de los Expertos

Dada la complejidad y la evolución de la investigación, no hay una respuesta única y definitiva a la pregunta de si la mantequilla o la margarina es universalmente "mejor" o "más saludable". La elección más adecuada depende de varios factores, incluyendo la composición específica del producto (especialmente si contiene grasas trans), la cantidad consumida y, lo más importante, el contexto de la dieta general de una persona.

Los expertos coinciden en que los patrones dietéticos a largo plazo son los que realmente importan. Consumir pequeñas cantidades de mantequilla o margarina ocasionalmente, como untar en una tostada una vez a la semana, probablemente no tendrá un impacto significativo en la salud si el resto de la dieta es equilibrada y rica en alimentos frescos y poco procesados.

Sin embargo, el problema surge cuando estos productos forman parte de una dieta dominada por alimentos densos en energía, pobres en nutrientes y altamente procesados. Si la ingesta general de grasas saturadas es elevada, independientemente de si proviene principalmente de mantequilla, carne u otros productos, el riesgo para la salud puede aumentar.

Desde una perspectiva puramente nutricional, los productos para untar que son más bajos en grasas saturadas, más altos en grasas poliinsaturadas y que no contienen grasas trans artificiales suelen considerarse la mejor opción. Muchas margarinas modernas, especialmente aquellas elaboradas con aceites líquidos y sin hidrogenación parcial, cumplen con este perfil graso.

Sin embargo, también debemos considerar el factor del procesamiento. Si bien una margarina puede tener un perfil de grasas más "saludable" que la mantequilla en teoría, su clasificación como alimento ultraprocesado plantea otras preocupaciones potenciales para la salud, que están bajo investigación.

Por lo tanto, una alternativa aún menos procesada y rica en grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra, que es abundante en grasas monoinsaturadas beneficiosas, podría ser preferible para cocinar o como aderezo cuando sea apropiado.

La conclusión es que la decisión debe basarse en las necesidades de salud individuales, la composición específica del producto que se va a consumir y, fundamentalmente, en el patrón dietético general. Reducir la ingesta total de alimentos ultraprocesados, independientemente de si son margarinas o no, parece ser una estrategia prudente para la salud.

Preguntas Frecuentes sobre Mantequilla y Margarina

Aclaramos algunas dudas comunes:

¿Es una definitivamente más saludable que la otra?

No hay una respuesta simple. Depende del tipo específico de margarina (si contiene grasas trans), la cantidad consumida y el contexto general de la dieta. Las margarinas modernas sin grasas trans suelen tener un mejor perfil graso que la mantequilla, pero la mantequilla es menos procesada.

¿Son todas las margarinas iguales?

No. La composición de la margarina puede variar significativamente, especialmente en lo que respecta al contenido de grasas trans, que está regulado de manera diferente en distintos países. Es importante leer las etiquetas.

¿Importa de dónde provienen las grasas saturadas?

La investigación sugiere que sí. Las grasas saturadas de la carne y la mantequilla podrían tener un impacto diferente en el riesgo de enfermedades cardíacas que las grasas saturadas de los lácteos fermentados o el pescado.

¿Cuánto puedo consumir?

La cantidad importa mucho. Si tu dieta general es saludable y equilibrada, una pequeña cantidad de mantequilla o margarina de vez en cuando probablemente no sea problemática. El desafío surge cuando estos productos contribuyen significativamente a una ingesta elevada de grasas saturadas o forman parte de una dieta rica en alimentos ultraprocesados.

¿Hay alternativas más saludables?

Sí. Aceites vegetales líquidos saludables como el aceite de oliva o el aceite de canola (canola oil, no mencionado en la fuente, stick to source - source only mentions olive oil) son ricas en grasas insaturadas beneficiosas y pueden ser excelentes opciones para cocinar o aderezar. El aceite de oliva es específicamente mencionado como una alternativa menos procesada y beneficiosa.

En última instancia, la elección entre mantequilla y margarina es solo una pequeña parte de un panorama nutricional mucho más amplio. Concentrarse en un patrón dietético completo, rico en frutas, verduras, granos integrales y fuentes de proteínas saludables, mientras se limita el consumo de alimentos altamente procesados, es la estrategia más efectiva para promover la salud a largo plazo.

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