19/10/2025
El término 'laminado' puede sonar a procesos industriales complejos, y de hecho, se utiliza ampliamente en la metalurgia para conformar materiales como el acero, haciéndolo pasar por rodillos para reducir su espesor y mejorar sus propiedades. Es un proceso fascinante en ese ámbito.

Sin embargo, en el delicioso universo de la pastelería y la panadería, 'laminado' adquiere un significado completamente diferente, aunque la idea subyacente de pasar la masa por un rodillo o estirarla y doblarla para modificar su estructura y propiedades es curiosamente similar. Pero aquí, no hablamos de acero, sino de masa; no buscamos resistencia estructural para edificios, sino la delicadeza de mil hojas o la tenacidad de una masa de pan bien desarrollada. La técnica de laminado en cocina es fundamental para lograr texturas y estructuras específicas en nuestras creaciones, desde el crujiente hojaldre hasta la miga aireada de ciertos panes.

- ¿Qué es Exactamente el Laminado de Masas?
- Laminado Clásico: El Arte del Hojaldre y los Croissants
- Laminado en Panadería: Fuerza sin Grasa Adicional
- Diferencias Clave entre el Laminado de Pastelería y el de Panadería
- La Ciencia Detrás de las Capas (y la Fuerza)
- Consejos para Dominar el Laminado
- Errores Comunes a Evitar
- Preguntas Frecuentes sobre el Laminado de Masas
- Conclusión
¿Qué es Exactamente el Laminado de Masas?
En el contexto culinario, el laminado es una técnica que implica estirar y doblar repetidamente una masa. Dependiendo del objetivo y del tipo de masa, este proceso puede incluir la incorporación de una capa de grasa (generalmente mantequilla) entre las capas de masa. El propósito principal es crear múltiples capas finísimas que, al hornearse, resultarán en una textura específica, ya sea la ligereza y la escamosidad del hojaldre o una estructura interna más fuerte y definida en panes y masas de pizza.
Aunque la idea de pasar un rodillo sobre la masa es común a ambas aplicaciones (metal y masa), en pastelería y panadería el enfoque está en cómo las capas interactúan durante la cocción y cómo se desarrolla la red de gluten para atrapar el aire y crear la estructura deseada. No se trata solo de reducir el espesor, sino de construir una arquitectura interna.
Laminado Clásico: El Arte del Hojaldre y los Croissants
Cuando pensamos en laminado y pastelería, lo primero que viene a la mente es el hojaldre (pâte feuilletée) y sus derivados como los croissants o el pain au chocolat. Aquí, el laminado es crucial para lograr esa textura crujiente y aireada característica.
El proceso comienza con una masa base (detrempe), que es una mezcla simple de harina, agua, sal y a veces una pequeña cantidad de grasa. Por separado, se prepara un bloque de mantequilla (o margarina específica para hojaldre) que debe tener una consistencia similar a la de la masa base. La magia del laminado comienza cuando este bloque de mantequilla se envuelve completamente dentro de la masa base.
Una vez que la mantequilla está encapsulada, se estira la masa con un rodillo para formar un rectángulo largo. Luego, se dobla la masa sobre sí misma. Hay diferentes tipos de doblado, los más comunes son:
- Doblado simple (o de 3): Se dobla un tercio de la masa sobre el centro y luego el tercio restante sobre los dos primeros.
- Doblado doble (o de 4, o libro): Se doblan los dos extremos de la masa hacia el centro, y luego se dobla por la mitad, como si fuera un libro.
Después de cada doblado (conocido como 'vuelta'), la masa debe enfriarse en el refrigerador durante un tiempo adecuado (generalmente 30-60 minutos) para que la mantequilla se solidifique y la masa se relaje. Este paso de enfriamiento es fundamental para evitar que la mantequilla se rompa o se derrita al estirar, y para permitir que el gluten de la masa se relaje, haciendo que sea más fácil de estirar en la siguiente vuelta.
El número de vueltas varía según la receta y el resultado deseado. Un hojaldre clásico suele llevar 6 vueltas simples o 4 vueltas dobles, lo que crea cientos de capas alternas de masa y mantequilla. Cada vuelta duplica (en el doblado simple) o cuadruplica (en el doblado doble) el número de capas. El cálculo puede ser sorprendente: con 6 vueltas simples, se obtienen 2^6 = 64 capas de masa y 63 de mantequilla. Con 4 vueltas dobles, se obtienen 4^4 = 256 capas de masa y 255 de mantequilla (¡o más, dependiendo de cómo se cuenten las capas iniciales y finales!).
Durante la cocción, la mantequilla entre las capas se derrite y el agua contenida en la mantequilla y la masa se convierte en vapor. Este vapor queda atrapado entre las finas capas de masa, haciendo que se separen y se inflen, creando esa textura escamosa y aireada característica del hojaldre. La grasa también ayuda a que las capas no se peguen entre sí y a que la masa se dore de manera uniforme.
Laminado en Panadería: Fuerza sin Grasa Adicional
Aunque menos conocido por el público general, el laminado también es una técnica valiosa en la panadería, especialmente con masas de alta hidratación (aquellas con una proporción de agua alta respecto a la harina). En este caso, el objetivo no es crear capas de grasa para la escamosidad, sino desarrollar y fortalecer la red de gluten y construir estructura interna.
A diferencia del laminado de pastelería, el laminado en panadería no suele implicar la adición de una capa de grasa separada. En cambio, se trabaja con la masa tal cual. El proceso es similar en concepto: se estira la masa suavemente y luego se dobla sobre sí misma.
Para masas muy hidratadas, el estirado a menudo se hace a mano sobre una superficie ligeramente humedecida o engrasada (en lugar de enharinada, para no incorporar demasiada harina extra). Se levanta la masa por un lado, se estira suavemente sin romperla y se dobla sobre el resto de la masa. Esto se repite desde diferentes lados, a menudo formando un paquete rectangular o cuadrado.
Los doblados más comunes en panadería incluyen:
- Doblado tipo carta (o pliegue de 3): Similar al doblado simple de pastelería, se dobla un tercio sobre el centro y luego el otro tercio.
- Doblado tipo libro (o pliegue de 4): Similar al doblado doble de pastelería.
- Doblado tipo 'coil fold': Se levanta la masa por el centro, permitiendo que los extremos cuelguen, y luego se doblan los extremos hacia el centro desde abajo.
Estos doblados se realizan durante la fermentación primaria (la primera subida de la masa). Se suelen hacer varias series de doblados (por ejemplo, 2-4 series) con intervalos de descanso de 30-60 minutos entre cada serie. El descanso permite que el gluten se relaje antes de la siguiente manipulación.

El propósito de este laminado es triple:
- Desarrollar el Gluten: El estirado y doblado alinean y fortalecen la red de gluten, lo que mejora la capacidad de la masa para atrapar los gases producidos por la fermentación.
- Construir Estructura: Ayuda a crear tensión superficial y una estructura interna más uniforme y resistente, lo que resulta en una mejor subida del pan durante el horneado y una miga más abierta y alveolada.
- Igualar la Temperatura: Al manipular la masa, se ayuda a distribuir el calor de manera más uniforme, lo que puede influir en la fermentación.
Esta técnica es particularmente útil para masas con alto contenido de agua, que tienden a ser pegajosas y difíciles de manejar. El laminado las vuelve más manejables y les da la fuerza necesaria para mantener su forma.
Diferencias Clave entre el Laminado de Pastelería y el de Panadería
Aunque comparten el nombre y la idea básica de estirar y doblar, los dos tipos de laminado tienen propósitos y métodos distintos:
| Característica | Laminado de Pastelería (Hojaldre, Croissant) | Laminado de Panadería (Pan, Pizza) |
|---|---|---|
| Objetivo Principal | Crear capas finas de masa y grasa para obtener una textura escamosa y crujiente. | Desarrollar la red de gluten y construir estructura para mejorar la fuerza y la miga. |
| Uso de Grasa Adicional | Sí, se incorpora un bloque de mantequilla o grasa específica entre las capas. | No, se trabaja con la grasa ya presente en la masa (si la hay), sin añadir una capa separada de forma intencionada para el laminado. |
| Consistencia de la Masa | Generalmente menos hidratada que algunas masas de panadería; manejable pero firme. | Puede variar, a menudo se usa con masas de alta hidratación que son pegajosas y elásticas. |
| Frecuencia de la Técnica | Se realiza un número específico de 'vueltas' al inicio del proceso de preparación de la masa laminada. | Se realiza durante la fermentación primaria, a menudo en varias series con descansos intermedios. |
| Resultado al Hornear | Masa que se separa en capas finas y aireadas. | Masa con mejor estructura interna, subida y miga. |
Comprender estas diferencias es crucial para aplicar la técnica correcta según lo que se desea hornear.
La Ciencia Detrás de las Capas (y la Fuerza)
En ambos casos, el éxito del laminado depende de la interacción entre el gluten y la grasa (o la ausencia de ella). El gluten es una red de proteínas que se desarrolla cuando la harina se mezcla con agua y se manipula la masa. Esta red es elástica y extensible, permitiendo que la masa se estire.
En el laminado de pastelería, la grasa crea una barrera entre las capas de masa. Cuando se estira la masa, tanto las capas de masa como las de grasa se vuelven más finas. Durante el horneado, el calor hace que la grasa se derrita. Simultáneamente, el agua en la masa y la grasa se convierte en vapor. Este vapor, atrapado entre las finas capas de masa (ahora separadas por la grasa derretida), ejerce presión y empuja las capas hacia arriba, haciendo que se separen y se inflen. La estructura de gluten en cada capa de masa se vuelve firme al hornearse, manteniendo la forma de las capas separadas.
En el laminado de panadería, el estirado y doblado manipulan directamente la red de gluten. Al estirar, las hebras de gluten se alinean. Al doblar, se refuerzan y se apilan unas sobre otras. Esto crea una estructura más organizada y fuerte que puede soportar mejor el peso de la masa y atrapar los gases de la fermentación de manera más eficiente, resultando en un pan con mejor volumen y una miga más abierta.
Consejos para Dominar el Laminado
Dominar el laminado requiere práctica y atención a los detalles:
- Control de la Temperatura: Especialmente en pastelería, la temperatura es vital. La mantequilla debe estar fría pero flexible (no dura como una roca ni demasiado blanda). Si está muy fría, se romperá al estirar; si está muy blanda, se mezclará con la masa en lugar de formar capas. La masa también debe estar fría para que la mantequilla no se derrita.
- Descanso y Enfriamiento: No te saltes los tiempos de refrigeración entre vueltas. Esto permite que la mantequilla se enfríe y solidifique, y que el gluten de la masa se relaje, haciendo que el siguiente estirado sea más fácil y uniforme.
- Harina con Moderación: Usa solo la harina necesaria para evitar que la masa se pegue a la superficie y al rodillo. Demasiada harina seca la masa y puede interferir con la formación de capas.
- Estirado Uniforme: Intenta estirar la masa de manera uniforme en grosor y forma. Esto asegura que las capas tengan el mismo grosor y se horneen por igual.
- Manejo Suave: Trata la masa con delicadeza. Un manejo brusco puede romper las capas de mantequilla o desgarrar la red de gluten.
Errores Comunes a Evitar
Al principio, es fácil cometer algunos errores:
- Mantequilla que se Sale: Si la mantequilla está demasiado blanda o la masa no está bien sellada a su alrededor, puede salirse durante el estirado. Esto arruina las capas.
- Capas Desiguales: Si la masa no se estira uniformemente o no se dobla con cuidado, las capas pueden ser más gruesas en algunas partes que en otras, resultando en una textura irregular.
- No Enfriar lo Suficiente: Una masa que no ha descansado y enfriado adecuadamente será difícil de estirar, la mantequilla se derretirá y las capas se mezclarán.
- Sobre-manipulación: Trabajar demasiado la masa puede desarrollar demasiado el gluten en el laminado de pastelería, haciendo que la masa se encoja demasiado al hornear. En panadería, aunque se busca desarrollar gluten, una manipulación excesiva sin descansos adecuados puede volver la masa tensa y difícil de trabajar.
Preguntas Frecuentes sobre el Laminado de Masas
Aquí respondemos algunas dudas comunes sobre esta técnica:
¿Puedo usar margarina en lugar de mantequilla para hojaldre?
Sí, existen margarinas específicamente diseñadas para hojaldre ('margarina de hojaldre'). Tienen un punto de fusión más alto que la mantequilla, lo que las hace más fáciles de trabajar en climas cálidos y pueden dar un hojaldre muy alto. Sin embargo, la mantequilla ofrece un sabor y aroma superiores que muchos prefieren.
¿Cuántas vueltas son necesarias para un buen hojaldre?
Para un hojaldre clásico, 6 vueltas simples o 4 vueltas dobles son estándar. Menos vueltas darán menos capas y una textura menos escamosa. Más vueltas pueden hacer que las capas sean demasiado finas y se peguen, o que la mantequilla se integre demasiado en la masa.
¿El laminado es solo para hojaldre y croissants?
¡No! Como hemos visto, es vital en panadería para la estructura. Además, se utiliza en masas como la pasta de danés (similar al croissant pero a menudo con huevo y azúcar en la masa) o la pasta filo (aunque esta última a menudo se 'lamina' apilando hojas muy finas, no mediante doblado de una sola masa).
¿Afecta el laminado al tiempo de horneado?
Indirectamente. Una masa bien laminada se inflará más en el horno, lo que podría requerir un tiempo de horneado ligeramente diferente o una temperatura ajustada para asegurar que el centro se cocine completamente sin que el exterior se queme. La finura de las capas también influye en la velocidad de transferencia de calor.
¿Se puede laminar masa sin gluten?
Laminar masas sin gluten para lograr una textura similar al hojaldre es un desafío mayor, ya que la red de gluten es fundamental para la estructura y la separación de capas. Se pueden lograr resultados con mezclas de harinas sin gluten y el uso de gomas (como xantana) para imitar la elasticidad, pero la técnica y los resultados pueden variar significativamente.
Conclusión
El laminado es una técnica fascinante que, ya sea creando miles de finas capas de masa y mantequilla para un hojaldre celestial o desarrollando la red de gluten para dar fuerza a un pan rústico, demuestra cómo la manipulación cuidadosa de los ingredientes puede resultar en texturas y estructuras verdaderamente espectaculares. Requiere paciencia y precisión, pero dominarla abre un mundo de posibilidades en el arte de hornear. La próxima vez que disfrutes de un cruasán o un pan con una miga perfecta, recuerda la técnica del laminado que hizo posible esa experiencia.
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