El Cierre Definitivo de las Librerías Crisol

19/12/2023

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La noticia cayó como un jarro de agua fría para muchos amantes de los libros, la música y el cine. Crisol, una cadena de librerías que marcó una época en España, confirmaba el cierre de sus últimas tiendas. Una decisión calificada como «difícil y dolorosa» por la propia empresa, poniendo fin a la trayectoria de unos espacios que fueron mucho más que simples puntos de venta.

Las tres últimas librerías que aún resistían en Madrid (en las calles Juan Bravo, Paseo de la Castellana y López de Hoyos) bajaron definitivamente sus persianas. Eran los vestigios de un negocio que en su momento se consideró pionero, un concepto innovador que integraba diversas expresiones culturales bajo un mismo techo y que se convirtió en un punto de encuentro para la comunidad.

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El Adiós a un Espacio Emblemático

El cierre de Crisol no es solo la clausura de unas tiendas, sino el fin de un modelo. Estos lugares se distinguieron por ser auténticos espacios multiculturales. Además de una cuidada selección de libros, ofrecían música y cine, creando una oferta diversa que atraía a un público amplio y variado. Pero su valor iba más allá del simple comercio. Crisol se posicionó como una plataforma vibrante para la cultura.

Organizaron innumerables presentaciones de libros, sesiones de firma con autores de renombre, tertulias literarias y conferencias. Actos que a menudo adquirían un carácter festivo, especialmente recordados son los que tenían lugar los domingos por la mañana en la tienda de la calle Juan Bravo. Esta, la primera en abrir y la última en cerrar, simbolizaba ese espíritu de comunidad, donde la cultura se acompañaba incluso con una copa de cava. Era un lugar que abría todos los días de la semana, demostrando su compromiso con el acceso continuo a la cultura.

Las Razones Detrás del Cierre

La decisión de cerrar fue comunicada por el grupo Santillana, promotor original de la iniciativa Crisol. El motivo principal, según explicaron, era la necesidad de «centrarse en su principal negocio editorial, con el propósito de mejorar sus márgenes operativos y, por tanto, sus resultados económicos». Esto sugiere que, a pesar de su relevancia cultural, el negocio de las librerías tal como estaba concebido en Crisol ya no era sostenible o rentable para el grupo.

El cese definitivo no fue abrupto; de hecho, en los cinco años previos, varias tiendas ya habían cerrado de manera «progresiva». Las causas esgrimidas para esta decisión final son múltiples y reflejan los profundos cambios en el panorama económico y del consumo:

  • La desaceleración económica actual, que ha afectado el poder adquisitivo y la disposición al gasto en bienes culturales.
  • La reorientación, o casi desaparición, de los negocios de la música y el vídeo en formato físico, directamente impactados por la digitalización y las plataformas de streaming.
  • La permanente caída del consumo en los últimos meses, un factor que agrava la situación de cualquier negocio minorista.

Estos factores externos, combinados con la propia evolución del sector, crearon un escenario muy diferente al de los inicios de Crisol.

El Mercado Cambia: Un Nuevo Paisaje para las Librerías

Desde Prisa, también implicados en el proyecto, señalaron los grandes cambios en el sector como un factor determinante. El panorama de la venta de libros y productos culturales ha evolucionado drásticamente desde 1987, año en que nació Crisol. La competencia se ha intensificado y diversificado:

  • Mayor venta de libros en grandes superficies comerciales, que ofrecen precios competitivos y comodidad de compra.
  • La expansión de otras cadenas de librerías con modelos de negocio adaptados a los nuevos tiempos, como La Casa del Libro, que ha crecido significativamente.
  • El establecimiento y consolidación en España de grandes operadores internacionales como Fnac, que replican el modelo de espacio cultural amplio pero con una estructura y capacidad de negociación diferentes.

La «foto» del mercado cultural y del libro ahora es, sin duda, muy distinta a la de hace décadas. Aquel modelo pionero de Crisol, que funcionó con éxito en su momento, se encontró con un entorno mucho más competitivo y con hábitos de consumo transformados por la tecnología.

Historia de un Éxito y su Declive

Crisol se convirtió en un lugar de referencia poco después de su fundación. Su oferta diversa y su ambiente invitaban a la permanencia y a la exploración. Su apogeo llegó a mediados de la década de los 90. En ese momento, la cadena alcanzó su máxima expansión, llegando a tener 17 tiendas abiertas. Catorce de ellas estaban distribuidas por diversas ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia), y la expansión internacional les llevó a tener presencia con dos tiendas en Buenos Aires y una en Lima.

La oferta original de Crisol se dividía de forma equilibrada: aproximadamente un 50% estaba dedicado a los libros y el otro 50% a la música y el cine. Sin embargo, con el paso del tiempo, la distribución de música y vídeo cambió radicalmente. La llegada de internet y las plataformas digitales hizo que la venta de estos productos en formato físico se volviera algo «testimonial» en sus estanterías en los últimos años. Este cambio drástico en una parte significativa de su negocio original fue, sin duda, un golpe duro.

El Impacto Humano del Cierre

Más allá de los números y las razones empresariales, el cierre de Crisol tiene un importante impacto humano. La clausura definitiva de las últimas tiendas significó que 67 personas perdieron su empleo. Empleados que, en muchos casos, llevaban años formando parte de esa comunidad y que contribuían a crear el ambiente único de las librerías. Su situación es la consecuencia más directa y dolorosa de esta decisión.

Reflexiones sobre la Partida de Crisol

La desaparición de Crisol es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el sector cultural y el comercio minorista en la era digital y en contextos económicos difíciles. Si bien el negocio editorial principal de Santillana continúa, la aventura de las librerías físicas, tal como la concibieron, llega a su fin. Deja un vacío para quienes disfrutaban de esos espacios de encuentro y descubrimiento cultural.

La historia de Crisol es la de un proyecto innovador que supo conectar con el público en un momento dado, pero que no logró adaptarse con la suficiente agilidad o éxito a los vertiginosos cambios del mercado y los hábitos de consumo. Su legado reside en haber demostrado que era posible crear librerías vibrantes, dinámicas y con una oferta ampliada, un modelo que, aunque ya no exista bajo el nombre de Crisol, ha influido en el sector.

Tabla Comparativa: Crisol en su Apogeo vs. su Final

CaracterísticaApogeo (Mediados 90s)Final (Últimos años)
Número de tiendas17 (14 en España, 3 en Latinoamérica)3 (Todas en Madrid)
Oferta principal50% Libros, 50% Música/CineMayoría Libros, Música/Cine testimonial
Contexto de mercadoPionero, competencia emergenteAlta competencia (grandes superficies, Fnac, Casa del Libro), digitalización
Factores externosExpansión, crecimientoDesaceleración económica, caída consumo, declive físico de música/vídeo
EmpleadosMayor número67

Preguntas Frecuentes sobre el Cierre de Crisol

  • ¿Por qué cerraron las librerías Crisol?
    La empresa Santillana, promotora de Crisol, decidió cerrar para centrarse en su negocio editorial principal y mejorar sus resultados económicos. Citó como causas la desaceleración económica, la caída del consumo y el declive de la venta de música y vídeo físico.
  • ¿Cuántas tiendas de Crisol cerraron?
    Se cerraron las últimas tres tiendas que quedaban abiertas, todas ellas situadas en Madrid (Juan Bravo, Paseo de la Castellana y López de Hoyos).
  • ¿Desde cuándo existía Crisol?
    La cadena de librerías Crisol fue fundada en 1987.
  • ¿Qué hacía especial a las librerías Crisol?
    Eran pioneras en ofrecer espacios multiculturales que, además de vender libros, música y cine, funcionaban como plataformas para eventos culturales como presentaciones de libros, firmas de autores y tertulias.
  • ¿Cuántos empleados se vieron afectados por el cierre?
    El cierre de las últimas tiendas afectó a 67 empleados.
  • ¿El cierre fue repentino?
    No, la empresa había ido cerrando tiendas de manera progresiva a lo largo de los cinco años anteriores al cierre definitivo de las últimas tres.

El legado de Crisol perdura en la memoria de quienes disfrutaron de sus espacios y eventos, un capítulo importante en la historia del comercio cultural en España que, lamentablemente, llega a su fin.

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